15 de junio de 2009


Estaba tan drogado que no reconocí el fuego ardiendo en sus ojos. El caos que controlaba mi mente; susurró un adiós y se subió a un avión para nunca regresar otra vez. No puedo seguir jugando al amor como si fuera solo un juego, fingiendo sentir lo mismo. Luego darse la vuelta e irse otra vez como siempre.

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